Nombre:
Pablo Jaramillo
Proyecto:
Volunteers Colombia
Área de
impacto: Educación
Año de
inicio: 2009
Pablo Jaramillo, co fundador y director ejecutivo de Volunteers Colombia, habla para CoEmprendiendo
de los retos más importantes por los que ha pasado la organización y de una de
las debilidades más grandes que tiene Colombia, el bajo nivel del dominio del
inglés de sus ciudadanos.
¿De qué se trata Volunteers?
Volunteers Colombia
trae voluntarios de países angloparlantes, especialmente de Estados Unidos,
para promover el bilingüismo en comunidades de escasos recursos. Nuestra teoría
es, que al traer un voluntario como profesor asistente (co teacher), logremos
que los niños mejoren su inglés pero también que los profesores colombianos que
enseñan inglés lo hagan, porque solamente el 10% de los profesores que dictan
el idioma en colegios oficiales en Colombia, realmente lo hablan. La idea es
que a través de la experiencia de tener un nativo en un colegio de alta
necesidad o de bajas oportunidades, por un lado los niños aprendan de un
angloparlante directamente y por el otro, los profesores colombianos que tienen
todas las bases gramaticales pero que no saben hablar bien inglés, mejoren a
través del apoyo del voluntario durante todo el año.
Lo clave para Volunteers es
que el proyecto se desarrolle en comunidades vulnerables, que para el
voluntario sea una experiencia de intercambio cultural, y que para los niños se
generen oportunidades reales de aprender inglés y de mostrarles que hay algo
más allá de Colombia, abriéndoles el horizonte por el simple hecho de tener la
oportunidad de estar con una persona de otro país.
¿Por qué surgió el interés
por este tema?
Luis Enrique García quien fue el fundador original, tuvo la idea y me
invitó al proyecto. Él tiene un campo de verano en Barú (Cartagena) y quería
aportarle a la comunidad local con
desarrollo y pensó en el inglés como una excelente herramienta para ayudarles a
los nativos a ser más competitivos y lograr así aprovechar las oportunidades de
desarrollo turístico que hay en la región. Contactamos a World Teach para que trajera voluntarios. A pesar de que al
principio dijeron que no porque era muy peligroso, logramos convencerlos y
lanzamos el proyecto piloto en Barú en el 2009 con 5 voluntarios, sin pensar
que se fuera a expandir por toda Colombia. Hoy en día tenemos 43 voluntarios en
Barranquilla, Medellín, Bogotá, y nos damos el lujo de escoger con quién
trabajar. Al principio lo más duro era definir los aliados que patrocinaran el programa y ahora es al revés, el año
pasado nos pidieron más de 100 voluntarios y sólo pudimos conseguir 43.
¿Cuál es la relevancia del
tema?
Los colombianos no hablamos inglés y esta es una necesidad muy grande
que tiene el país. Para las comunidades que reciben muchos turistas en términos
económicos, hablarlo es mucho más importante. Hablar inglés para una persona de
escasos recursos puede significar ganarse un salario mínimo o ganarse USD $500 y
esta herramienta lo puede sacar de la pobreza. Nuestro bajo nivel de inglés nos
afecta como país en términos de competitividad. A Colombia llegan empresas a
crear call centers y se van porque no encuentran 2.000 personas que hablen el
idioma. A nivel micro, Colombia tiene 15.000 profesores de inglés en colegios
públicos y sólo el 10% de ellos habla bien inglés. De nuestros bachilleres,
sólo el 10% se está graduando con nivel B1 que es la meta del Ministerio de
Educación. La necesidad es total en términos de competitividad, de desarrollo y
de igualdad para las comunidades más vulnerables de nuestro país.
¿Qué relación tiene Volunteers con el gobierno en este
momento?
Desde el principio, una de las metas del Programa y dada mi
experiencia en el sector, ha sido influir en políticas públicas. Creo
firmemente que los emprendimientos sociales son un mecanismo muy poderoso para
generar innovación en el sector. Es claro que el poder de apalancamiento lo
tiene el sector público. Nosotros traemos 43 voluntarios y tenemos influencia
sobre 20.000 niños, lo cual es mínimo. Queremos canalizar recursos públicos
hacia programas como éste más eficientes. En el Global Competitiveness
Leadership Program (GCL) en Washington me encargué de ver, cómo hacemos más
sostenible el Programa y cómo hacer alianzas con el sector público. Hemos
firmado convenios con alcaldías, gobernaciones y con colegios públicos y
privados. Tenemos el respaldo del gobierno del presidente Santos y ya estamos
logrando hacer alianzas directas con el Ministerio de Educación y el Sena. Este
modelo de traer voluntarios nativos está siendo incluido como uno de los
pilares de la política nacional de bilingüismo. Nosotros como emprendedores
sociales pensamos que es importante que hasta el momento hayamos traído 140
voluntarios de Estados Unidos y que ya estemos trabajando con varias alcaldías,
pero lo más poderoso es que logramos no solamente hacer alianzas con el sector
público para crecer, sino que ya vamos a pasar de 40 a más de 200 voluntarios
para el otro año y así cuadruplicaremos el modelo.
¿Cómo es el modelo de
negocio?
Hoy en día Volunteers
Colombia es 100% auto sostenible, no depende de donaciones y está constituida
como una Organización sin Ánimo de Lucro.
A cada uno de los aliados le pedimos un fee por voluntario y con eso
cubrimos lo que nos cobra World Teach
y dejamos además un margen para financiar la operación del Programa y tener
capital de trabajo para sostenernos.
El típico dilema de crecimiento en una fundación es, o me espero a
estar listo para crecer o crezco y después hago todo lo que necesito para
sostenerme y en este caso decidimos irnos por la segunda opción.
Es muy importante definir el modelo de negocio de la organización
desde el principio. Hay que tener claro cuál es el modelo y después ir y
desarrollarlo.
Hablemos de medición.
Desde el 2009, ¿cómo están midiendo el impacto y sus resultados?
Nosotros como organización estamos obsesionados con el impacto y ese
es uno de nuestros retos principales. Traer voluntarios tiene un costo alto,
por ende toca medir si sirve o no sirve. Es necesario hacer evaluaciones de
impacto, mediciones aleatorias, diseñar pruebas, entre varias cosas. Tenemos
herramientas que nos dan un aproximado como por ejemplo, encuestas cualitativas
en donde todos los años les preguntamos a los rectores si están contentos con
los voluntarios y las respuestas han sido tan favorables que siguen renovando
los contratos. Otra fuente son los voluntarios quienes a través de entrevistas
nos cuentan de qué manera han generado impacto . También miramos resultados de
inglés en el Icfes (examen de Estado para ingresar a la educación superior).
Durante el 2012 tuvimos mejoras en los colegios en los que tenemos voluntarios
de más del 10%. Tenemos un gran reto, no hemos podido evaluar del todo el
Programa pero hemos buscado herramientas simples, que nos han ayudado a ver si
vamos en la dirección correcta y si esto sí sirve. Finalmente se busca el apoyo
de los mismos colegios. Se les pregunta cómo miden ellos su propio impacto. Los
colegios que no lo hacían, gracias al Programa están empezando a medirlo.
Por otro lado, una de las mayores fortalezas del Programa es que se
les quita el miedo a hablar en inglés a todos, profesores, rectores y
estudiantes. Lo que importa es soltarse. Los profesores tienen las bases pero
les da miedo hablarlo. Con los voluntarios se sueltan. Corrigen las pruebas,
mejoran el curriculum.
¿Cómo crees que el
networking te ayudó a lograr el objetivo propuesto dentro del proyecto?
Yo creo que el networking, y no sabría ponerle un porcentaje, ha sido
de los factores más importantes para Volunteers
Colombia. Llegamos a World Teach
porque uno de los fundadores estudió en Harvard. Conseguimos los primeros aliados por contactos
que teníamos. Logramos convencer a WorldTeach porque conseguimos una reunión
con la Ministra de Educación en su primera visita a Colombia. Y este año
logramos reunirnos con el Presidente Santos, quien nos dio su apoyo y nos pidió
que trajeramos 200 voluntarios. Todo termina siendo un mundo muy pequeño. Volunteers hasta el 2012 tenía 30
voluntarios. Aprovechando las redes de contactos que tenemos, ya estamos
logrando crecerla a 200.
¿Qué ha sido lo más
difícil de todo el proceso de montar y desarrollar Volunteers?
Lo más difícil de montar y desarrollar el Programa fue superar la
etapa crítica en la que la sostenibilidad del proyecto estaba en riesgo. Hace
dos años, si no hubiéramos conseguido aliados para financiar por lo menos 25
voluntarios nos hubiera tocado cerrar el proyecto. Hoy en día, tenemos una
demanda gigante y nos damos el lujo de escoger con quién trabajar.
¿Qué es lo más difícil de
ser un emprendedor social?
Lo más difícil es montar un equipo con mentalidad emprendedora.
¿Qué es lo que más
rescatas de ser emprendedor social?
Lo que más rescato es el poder de innovar desde el tercer sector, para
después influenciar políticas públicas y canalizar recursos públicos hacia
programas o servicios sociales más eficientes y con mayor impacto en la
población.