lunes, 17 de junio de 2013

9 Lunas


Nombre: Paola Gómez Barletta
Proyecto: 9 Lunas
País: Panamá
Área de impacto: Mujeres Indígenas (Emberá y Gunas), sus familias y comunidades.
Web: https://www.facebook.com/chispasdeamor?fref=ts
Fecha inicio: agosto de 2011

 
 


La esencia del proyecto 9 Lunas es mejorar la calidad de vida de mujeres que viven en poblaciones empobrecidas, rurales y apartadas, dándoles un valor más allá de lo monetario a su cultura, para que la sigan transmitiendo de generación en generación, cosa que en Panamá y la región se ha ido perdiendo.
 

¿De qué se trata tu proyecto?
Crear cadenas de valor sostenibles que promuevan el desarrollo de comunidades rurales a través de brindarles trabajos a las mujeres dentro de su entorno familiar y cultural; creando nexos con los mercados locales e internacionales. 

 ¿Cuál es su objetivo principal y su público objetivo?
En esencia, el enfoque del proyecto es mejorar la calidad de vida de mujeres que viven en poblaciones rurales y apartadas, no solo dándoles un ingreso sino también un valor más allá de lo monetario - impulsar su cultura, para que la sigan transmitiendo de generación en generación, ya que en Panamá y la región se ha ido “perdiendo”. Las nuevas generaciones prefieren migrar de sus entorno y su cultura en busca de mayores remuneraciones económicas.  En primera instancia, el grupo objetivo a apoyar son las mujeres indígenas de Panamá (existen siete grupos indígenas en el país, de los cuales ya he trabajado con dos, las Emberá y las Gunas). He trabajado bajo un modelo de negocios incluyente que introdujo la ONG guatemalteca “Comunidades de la Tierra”. Esto mientras trabajaba en una comercializadora social panameña llamada “Chispas de Amor” S.A. con fondos de la USAID. 

¿Por qué surgió el interés por este tema y cuál es su relevancia?
Desde muy pequeña he sentido mucha curiosidad por las diferentes culturas, sus tradiciones, su manera de ver la vida y expresarse.  Es ahí donde empecé a preguntarme de dónde vengo. Sin mover muchas ramas del árbol genealógico comenzaron a vislumbrarse orígenes cubanos, italianos, afro caribeños y Ngöbe.  Este último es el grupo más grande de indígenas en Panamá, y también el más empobrecido.  Me di cuenta que no sabía mucho de mis propias raíces, de su cultura y de su futuro en nuestro país.  Los Ngöbe al igual que los otros seis grupos indígenas panameños, tienen mucho que ofrecer, que cultivar para nuevas generaciones y es a través de su legado y cultura que podemos encontrar una alternativa para salir de la pobreza. 

¿Cómo ha sido el proceso desde la motivación a la realización de tu proyecto? (breve historia del click al día de hoy). 
Como mencioné antes el “click” ocurrió siendo bastante pequeña, pero fue en secundaria que me involucré más con el tema y mi tesis de graduación del bachillerato internacional fue el rol de la mujer Emberá en su sociedad.  En el 2009 apliqué a un programa de liderazgo en Praga con la idea de crear algún tipo de negocio con las mujeres Ngöbe utilizando sus habilidades tradicionales y artesanales.  Al regresar a Panamá – muy motivada -, me encontré con muchos obstáculos y necesidades personales también. Pero nunca cesé de compartir mi sueño de trabajar con mujeres indígenas en mi país para lograr que ellas trabajasen para lograr una mejor calidad de vida, y continuar cultivando su cultura.  En el 2011, una “Life Coach”, colega y fundadora de la comercializadora social panameña “Chispas de Amor” (que comercializa la marca guatemalteca Wakami), me llamó y me dijo: “Tengo tu sueño en mis manos…¿te apuntas?” y me ofreció la oportunidad de trabajar incubando empresas de mujeres indígenas en el área del Darién con fondos de USAID y el Modelo de Negocios Incluyente desarrollado por María Pacheco y su ONG Comunidades de la Tierra.  Sin dudarlo me lancé y un año después obtuvimos diseños y productos de nivel internacional.  En ese año tuvimos muchos obstáculos personales, grupales… todo, pero más aún bendiciones y un crecimiento enorme.  Al irse USAID de Panamá antes del tiempo esperado, el proyecto quedó en pausa por cuestiones de falta de fondos, pero no así mi pasión por seguir creando y creyendo en estas mujeres y su legado. 

Legalmente, ¿cómo está constituido tu proyecto y por qué?
Hasta el momento el proyecto se hizo a través de fondos de USAID con apoyo de “Comunidades de la Tierra” y de la comercializadora de la marca Wakami, “Kiej de los Bosques”.  "Chispas de Amor" se encarga de incubar empresas, de diseñar y comercializar sus productos

Si el proyecto está en más de un país, legalmente ¿cómo están vinculados? 
El modelo de negocios como tal le pertenece a María Pacheco y “Comunidades de la Tierra”.  La marca Wakami también es de ellos, pero los diseños hechos en Panamá que se agregaron al portafolio de la marca son de "Chispas" y de las diseñadoras, entre ellas yo. 

¿Qué relación tiene el proyecto con el gobierno?
El proyecto como tal se logró sin fondos del gobierno, pero más adelante sí inscribimos a las artesanas en AMPYME, el ministerio que se encarga de micro y medianas empresas en Panamá. 

¿Por qué tiene o no tiene una relación?
Claro que todo apoyo monetario es bienvenido. Esto no es una labor fácil, entre el transporte a comunidades remotas y todo el proceso de incubación, creación de producto y su comercialización bajo un marco de comercio justo. Pero es en realidad una incubadora de negocios que debe sostenerse a través del tiempo cuando ya la incubación ha terminado, y no un proyecto de gobierno. 

Desde tu perspectiva, ¿consideras saludable estar relacionados con el gobierno?
Por el momento la relación es saludable.

¿Es la contabilidad un tema importante dentro de tu proyecto?
Muy importante como para los que estábamos incubando como para ellas. Teníamos que contabilizar desde tiempos hasta materiales. Cada recurso se volvía imprescindible para mantener los costos del proyecto, de los productos y los salarios un mínimo de 10% por arriba del salario mínimo correspondiente a ese rubro. 

¿Quién está a cargo de esto?
La comercializadora, y a su vez las líderes de la comunidad quienes llevan un papel muy importante y se les da mayor entrenamiento y seguimiento. 

¿Es fácil obtener dinero por parte del sector privado?
No si uno no tiene experiencia.  Es importante saber cómo se les va a pedir y en qué momento del año fiscal, ya que muchas empresas privadas se programan un año antes para las donaciones y aportes que harán.           

En su experiencia, ¿qué rol juega este sector?
En Panamá se ven más las donaciones del sector privado en ciertos rubros más específicos y puntuales.  El hecho que sea con fines de lucro siendo comercio justo, choca un poco, porque no existe la cultura en Panamá de este tipo de negocio que involucra un proceso de crecimiento en vez de caridad. 

¿Quién fue el primer inversionista de tu proyecto?
USAID.

¿De qué manera lo conseguiste? 
Comunidades de la Tierra” en Guatemala había trabajado con ellos anteriormente y querían expandirse a Panamá. 

¿Tu proyecto es sostenible financieramente? 
Se necesitan mínimo dos años para que se convierta en un proyecto sostenible. 

¿Cuál es el rol y la importancia de los voluntarios en su proyecto? ¿Son vitales para el éxito del mismo? 
Como es de muy bajo costo, más que voluntarios lo esencial es la participación de practicantes, ofreciéndoles también a ellos poner sus conocimientos en práctica a la vez de contactarse con comunidades rurales. 

¿Podrías darnos un ejemplo de cómo el networking le ayudó a lograr un objetivo propuesto dentro del proyecto? 
Este proyecto y mi participación en él se dieron por networking. Yo compartí mi sueño un año antes y la amiga que me escuchó me llamó puntualmente para ponerlo en marcha, ya que sabía que era mi sueño.  Ella seguía más con la parte de comercialización de los productos Wakami.  Todo se dio gracias a que Laura Arosemena, mi amiga, que comercializaba los productos Wakami, y era quien conocía a María Pacheco quien le ofreció incubarnos en Panamá (como ella incubaba en Guatemala desde hace 18 años). 

¿De qué manera mide su impacto social? ¿De qué manera presenta resultados y rinde cuentas a sus inversionistas?
En "Chispas" se medía el impacto basado en cuántas personas se entrenan, cuántos productos aprendían a hacer, y cuánto de lo que se hacían eran de calidad de exportación. Esto ayudaba a ver cuánto ingresos hacían para llevar a sus hogares, dinero que antes no tenían para apoyar a la economía del hogar.  De ahí se mide como implementan ese dinero en sus familias.  En la próxima etapa se debía hacer talle y peso de los niños, pero por cuestión de fondos no llegamos a esa etapa. 

1 comentario:

  1. Bien Mi Pao!!!!! Otra iniciativa tuya que no conocia!! Mucha felicidad !

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